viernes, 30 de diciembre de 2011

Capítulo.6

Andaba despacio mirando a todos los lados, en ese bosque habitan animales salvajes y no quería encontrarme con ninguno...aunque se podría decir que "Estaba en la boca del lobo".
Intentaba seguir aquel extraño ser que me estaba acechando desde hace unos días, no se si lo que tenía era miedo, intriga o simplemente un pensamiento tonto, pero estaba claro que pasaba algo, y no iba a dejarlo atrás.
Cada vez oscurecía más,los arboles eran verdaderamente altos, el ramaje demasiado espeso, y a causa de la niebla, mi visión se hacía mas difícil.
Perdí el rastro de lo que estaba buscando, así que decidí volver a casa, era demasiado tarde y no quería de ninguna razón que mi abuela supiese que he estado merodeando por el bosque yo sola.
Me giré y caminé hacia la granja, pero no tardé en darme cuenta que estaba completamente perdida.
¿Y ahora qué? me pregunté.Empecé a ponerme nerviosa y mi corazón latía cada vez más fuerte, no veía nada, estaba todo negro, y empecé a correr hacía una dirección desconocida.
Noté como algo me seguía, me giré, parecía una manada de lobos salvajes y corrí aún más, todo lo que me permitían mis piernas.No paraba de girar la cabeza para ver a que distancia se encontraban, pero eran demasiado rápidos, y claramente me iban a alcanzar.
Tropecé con una raíz seca de un árbol que sobresalía del suelo, mi giré y grité, de repente la gran mancha negra se abalanzó contra la jaulía de lobos,me quedé observando y me dí cuenta de que ese gran animal era un caballo, si, un caballo negro, tan negro que se camuflaba con la oscuridad de la noche, los lobos echaron a correr y el caballo se quedó observándome, con una respiración muy profunda, con heridas cubiertas por la sangre que le habían hecho las garras de los lobos.
Me quedé tan parada como él, a los segundos reaccioné y me levanté, el caballo empezó a mover la cabeza.
-¿Quieres que te siga?- Dije en voz alta. Parecía tonta hablándole a un animal que apenas me iba a entender.
Echó a galopar y yo decidí seguirlo, era muy veloz, e intenté cogerle el ritmo, pero claramente el iba por delante.
A los pocos minutos salimos del bosque y observé unas luces a unos metros, había llegado a la granja, menos mal.
El caballo paró en el borde de de todos los árboles, yo dí unos cuantos pasos hacia adelante, sonreí por estar en casa, me giré para observar al animal, pero había desaparecido.
Corrí hasta la casa y entre tiritando por la puerta.
-¡Abigayl!- gritó mi abuela -¿Donde diantres estabas?-
-Eh...en el granero..¡si! Ahí estaba, con las gallinas- Le contesté
-Ya sabes que no me gusta que andes por ahí a estas horas, además, deberías estar guardando en cama-
-Lo se, lo se..No volverá a pasar-
Subí las escaleras y resoplé.
No podía dejar de pensar en lo sucedido...en los lobos, en la pelea...en el caballo...
¿Y si ese era el animal que me rescató del lago? Sí,el que me había estado persiguiendo estos días...Una duda que me rondaba la cabeza toda la noche.

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